“Empecé a verme y a tratarme distinto cuando empecé a mirar con compasión a la niña que fue abusada. Me vi reflejada en mi hija de 6 años y ahora entiendo lo injusto y abrumador que es que un niño lleve esa carga.” M.U
“La historia que decidí vivir”
Me refiero a “mi proceso de sanidad”, les confieso que fue un torbellino de emociones. Enfrentarme al pasado fue difícil, pero ¡valió la pena! Fue liberador. Tuve el respaldo de mi esposo, a quien le tocó leer y aprender a la par conmigo acerca de este tema tan profundo. Entre más leíamos sobre las consecuencias, más entendíamos situaciones vividas.
Este proceso tiene días difíciles de llevar, estas experiencias impactan tu vida para siempre. No podemos borrar nuestro pasado, pero tomé una decisión: esa situación pasada no será mayor que el propósito para el cual fui creada. Hoy reconozco esas consecuencias y sigo trabajando en ellas.
He aprendido quién soy y lo que quiero ser, no veo la vida de la misma manera. Las promesas de Dios tomaron sentido para mí. El abuso sexual no es parte del plan de Dios.
Empecé a verme y a tratarme distinto cuando empecé a mirar con compasión a la niña que fue abusada. Me vi reflejada en mi hija de 6 años y ahora entiendo lo injusto y abrumador que es que un niño lleve esa carga.
Ahora tengo un futuro y una esperanza real, soy una nueva mujer, ya no tengo que fingir ni ocultar nada, puedo expresar lo que viví sin miedo a ser juzgada, recuperé mi voz, esa voz a favor de mi defensa y recuperé los deseos reales que me quitaron cuando niña. Me siento bien, hermosa, segura de mí misma, me siento amada, tengo una familia maravillosa, y lo más importante, entregué la vergüenza a quien le pertenece, al abusador.
A ti que eres sobreviviente de abuso sexual, quiero decirte que no estás solas. Sé que por muchos años has cargado con el enorme peso del abuso en tu niñez, sé que vives en una montaña rusa de emociones, que has tenido tanta tristeza que sueles ver todo nublado y piensas que no vale la pena seguir. Sé que luchas, que no sabes controlar tus emociones y que sabes que algo anda mal en ti. Te invito a que te des una nueva oportunidad, la oportunidad de sanar. Hay herramientas disponibles para ayudarte a transitar este camino. Será difícil, pero vivir en la angustia y la tristeza también lo es. Vale la pena atravesar el camino de la sanidad.
Hay una vida hermosa que te espera más allá del miedo a hablar, te aseguro que vale la pena intentarlo. Estoy segura que puedes hacerlo, nunca es tarde para hablar.
Habla y sana.
“Esa situación pasada no será mayor que el propósito para el cual fui creada”. M.U
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